The personal voice of Jorge Díaz Martínez defies classification whithin the contemporary panorama of Spanish poetry. In Transbordo, poemas del metro de Barcelona, his third poetry collection, his verses evolve towards a greater essentiality influenced by oriental thought and aesthetics —i. e. the use of the haiku form. The intention is to achieve the strongest lyrical, narrative and emotional effect (without resorting to superfluous ornaments or oversentimentality) by unravelling networks of plurisiginification in words —i. e. through figures of speech. Weaving in social realism with philosophical symbolism, these poems were a challenge and a pleasure to illustrate, and draw in references and quotes to visual poetry works from Joan Brossa or the press illustrations of Raúl Fernandez Calleja. The illustrations that follow here are accompagnied by the original poetry for which they were created.

Flipping through the pages of the book.

In a Station of the Metro
The apparition of these faces in the crowd;
Petals on wet, black bough.

EZRA POUND
CAROLINA
La lluvia es bella
como tu hipermetropía.

O en blanco y negro,
melena breve
y sin gafas
sobre tu D.N.I.

Hablo de
avispas en
tu saliva.

Eres zumo de limón.

Y la palabra des-
caro.

ESPANYA
Tras el telón
el maquillaje permanece intacto.
Una ciencia gastada
le otorgó inmunidad
y el cielo, cicatriz.

Del puerto, al alejarse,
sus pupilas
estáticas ¿regresan?
Del margen, en el centro,
condecora el vagón.
Una niebla la roza.
Su equilibrio nos juzga.
Sonámbula, barroca.
No rompe los vasos,
guarda silencio.

DRASSANES
Gravita entre las cejas.
Abstiene, enraíza, oscila,
la individualidad:

acompasada
danza
desasosegada
arena se nos clava
de un reflejo.

BARCELONETA
La besaba en la boca del metro.
Era yo
y un curso de verano,
unas clases de lengua,
un tópico español.

SEGUNDERO
Claqué monótono.
Ecuación de silencio.
Recordatorio.

INSOMNIO
La coartada maúlla.
                  Puerta vieja.
Busco un somnífero.
Abstraigo.
                  Un silencio arropado
                  de hojas
                  y en la acera
                  las sombras
                  se divierten.

Artesonado sin táctica,
                  tic-tac,
cadenciosas volutas.
                  Cómo se puede ser
                  tan inconsciente.

TRANSBORDO
Al volver, apresurado, a la luz, el viajero puede sentir molestias en los ojos. ¿Cuántas veces, leyendo, no nos hemos saltado la salida, no nos ha devuelto el iris una forma distinta a la esperada? El verbo es una caverna, per el logos —dice Ludwig— se muestra como un trayecto censado de aduanas. Luego, la arquitectura convive en la ciudad que le sirve de escenario y sus tradiciones pasan por ventriloquía. Perdí de vista la mano que me pasaba las hojas.
SOBRE UN TEMA DE PRENSA
Justo a tiempo
atardece
mi último día aquí.
Se recorta al trasluz
el perfil del Castillo
de Almodóvar
y la distancia
se riega
con la sangre
de la herencia común.
Absurda historia
injertando el ahora
de mis velos.
Dígote, Sancho,
que usamos de cristales
porque la verdad duele,
y ver también.
Donde miopía
puede leerse usura.
Tengo escalas en Frankfurt
y en Beijing. Un aula en la república
de bandera escarlata
y rascacielos. Nuevas tribulaciones
me esperan.
Acotación: el término,
una terraza, un misto
casi
y se acabó
mi último día en España.
Quiero decir, de momento. 
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